En este texto abordaremos problemas muy comunes en las parejas que llevan mucho tiempo en una relación y te daremos 12 consejos para salvar tu matrimonio. Al principio de una relación todo es bonito, es el momento de conocerse y descubrir el mejor lado del otro.
Sin embargo, a medida que pasan los meses y los años, las adversidades y los conflictos de la vida de pareja hacen que la relación, en cierto modo, pierda su encanto. La relación se vuelve rutinaria y surgen peleas y desacuerdos. Vivir con otra persona no siempre es fácil. Somos seres diferentes, con crianzas, pensamientos y hábitos distintos. Naturalmente, esto provoca una serie de conflictos entre la pareja.
Pero si aún con todo el estrés quieres consejos sobre cómo SALVAR TU RELACIÓN y construir un matrimonio más armonioso con tu pareja, debes saber que unos sencillos y prácticos pasos pueden mejorar mucho la convivencia entre tú y tu pareja.
1. Aprender a olvidar el pasado para vivir bien en pareja
Muchas personas pasan de una relación a otra sin reflexionar sobre los problemas que desencadenaron la ruptura de la relación anterior.
O lo que es peor, arrastran consigo todos los traumas que han sufrido y proyectan los hechos pasados en su relación actual.
Es necesario comprender que ni siquiera tú eres la misma persona que en el pasado y que, por lo tanto, no tiene sentido esperar que la actitud de tu pareja actual sea idéntica a la de tu ex.
Reflexiona sobre tus errores pasados para ser mejor persona. Pero no permita que estos fantasmas amenacen tu felicidad.
2. Puede que la vida de los demás no sea tan buena como crees
A menudo sufrimos porque creemos firmemente que la vida de los demás es mucho mejor que la nuestra. Y no nos damos cuenta de que sólo vemos lo que la otra persona quiere mostrar y no la realidad, sobre todo en las redes sociales.
No hay nada más frustrante que compararte con otra persona o comparar a tu ser querido. Así que no compares a tu pareja con otra persona.
Todo el mundo tiene defectos, tenlo por seguro. No menosprecies a tu pareja imaginando que los vecinos son una pareja perfecta. Normalmente, las personas que quieren parecer perfectas son las que tienen más cosas oscuras que ocultar.
3. Compañerismo y complicidad
La gente cree que ser pareja es sólo ser amantes, pero va mucho más allá. Ser pareja, construir una vida con alguien requiere amistad, compañerismo y complicidad.
Las verdaderas parejas son ante todo amigas, apoyan y alientan los proyectos personales de sus compañeros.
4. Tu compañero no puede adivinar lo que piensas
La mayoría de las peleas de pareja se deben a la falta de comunicación. Antes de intentar comprender realmente lo que nos dice la otra persona, reaccionamos basándonos en lo que creemos que nos está diciendo. La falta de comunicación clara genera una serie de malentendidos y enfados que sólo conducen a que la pareja se distancie y se enfade, a menudo simplemente por suposiciones.
5. El matrimonio debe ser una asociación, no una competición
Pero, por desgracia, muchas parejas entran en una mala sintonía en la que lo más importante es tener razón y demostrar que tu pareja está completamente equivocada y es la responsable de todos los conflictos existentes.
Actúan como si compitieran por un gran premio y transforman a su pareja en un gran oponente.
Nadie cede ni reflexiona realmente sobre los problemas. Simplemente intercambian acusaciones.
Y olvidan algo básico: ninguna relación termina por la responsabilidad de uno de los miembros de la pareja.
Una pareja debe buscar conjuntamente la solución a sus problemas, de lo contrario no funciona.
6. Tome la iniciativa
Ten el valor de dar el primer paso hacia la restauración de tu matrimonio.
Si quieres que tu pareja te trate bien, primero tienes que tratarle bien tú. Haz cosas buenas sin esperar nada a cambio y automáticamente recibirás muchas cosas buenas.
Deja a un lado el orgullo y construye un nuevo modelo de relación.
Evita las palabras ofensivas, las actitudes impacientes, señalar los errores de tu pareja y sacar a relucir heridas del pasado.
También en las relaciones cosechamos lo que plantamos.
7. No culpes a tu pareja de tus frustraciones
No es raro que llevemos nuestros problemas profesionales y personales al matrimonio.
Nuestras parejas pueden ser un apoyo importante para superar nuestros propios problemas, pero nunca podemos culparlas ni tratarlas mal por ello.
Sé que la gente se pone de mal humor y se estresa por culpa del trabajo, pero evita confundir las distintas esferas de tu vida. Si tu trabajo es un infierno, no permitas que tu vida matrimonial siga el mismo camino.
En los días más difíciles, intenta calmarte, haz una actividad relajante con tu pareja o simplemente cuéntale lo que ha pasado y dile que quieres un tiempo a solas para pensar.
Pero no permita que su matrimonio se vea sacudido por problemas que no vienen al caso.
8. No pierdas la oportunidad de expresar tu amor
Ten en cuenta que las personas expresan su amor de distintas maneras. Tu pareja no siempre va a expresarlo como a ti te gustaría.
Muchas personas no son de las que hacen declaraciones públicas en las redes sociales o hablan de cómo se sienten. Pero tratan muy bien a sus parejas, se preocupan por su bienestar, intentan hacer cosas que saben que te hacen feliz.
Intenta comprender la forma que tiene tu pareja de demostrar amor y valórala. El hecho de que sea diferente de la suya no debería ser un problema.
No piense que por ser diferente es peor. Y no pienses que por ello dejarás de demostrar tu amor. El nombre de esto es infantilismo, y tú ya eres un adulto. Deja de perder tiempo y energía en cosas sin importancia.
9. Aprendas a escuchar a tu pareja
¿Sabes qué es lo más molesto dentro de una relación? Es cuando la otra persona no sabe escuchar.
Es cuando esa persona sólo quiere hablar y te interrumpe cuando estás hablando, no te escucha cuando es tu turno de hablar.
No piensa en lo que dice la otra persona y está todo el rato pensando en lo que va a responder. Esto es algo extremadamente molesto e irrespetuoso.
Te digo con toda seguridad que aprender a escuchar es algo sencillo, pero que traerá muchos resultados positivos en tu relación de pareja.
10. Tu felicidad es tu responsabilidad
No conviertas a tu pareja en la fuente de tu felicidad. Primero porque no existe tal cosa y segundo porque es extremadamente injusto para la otra persona.
Tu vida no puede reducirse a tu relación, y menos aún a una relación duradera.
Tu matrimonio es sólo un pilar en tu vida. Y tú eres el único responsable de encontrar diversas fuentes de placer y felicidad.
La verdadera felicidad debe venir de dentro y la debes crear tú también cuando estás solo o practicando tus aficiones con tus amigos.
A todo el mundo le gusta tener un compañero interesante y admirable. Una persona sin vida propia y emocionalmente dependiente de su pareja definitivamente no es interesante.
11. Tener intereses comunes
Si una pareja debe perseguir intereses fuera del matrimonio, también es sumamente interesante tener alguna actividad o interés que puedan hacer juntos.
Una actividad que se realiza junto a alguien aumenta la complicidad y la conexión que se tiene con esa persona.
12. Siempre atento para salvar a tu relación
Crea el hábito de reflexionar sobre tu relación, incluso sobre tu conducta y tu evolución personal, y dedícate cada día a ser mejor persona.
Suena a frase hecha, pero estar plenos y felices con nosotros nos hace desarrollar relaciones de mejor calidad con los demás.
El mayor secreto de la felicidad es ser una persona emocionalmente madura y ser capaz de evitar las emociones negativas. Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas, incluso de los problemas.
Sé una persona feliz y esto se verá reflejado de forma automática en tu pareja.